domingo, 25 de mayo de 2008

Las personas y los árboles.

Anoche, mientras caminabamos con Matias, nos quedamos pensando en como eran los árboles por fuera y por dentro. Si nos parabamos al lado del tronco del árbol y mirabamos para arriba, veías como era ese árbol por dentro, y si te alejabas y mirabas la copa de él, veías su superficialidad, lo lindo que era, por fuera, pero lo triste que era por dentro.
Y nos quedamos pensando de cuántas personas somos distintas por dentro y por fuera. Como uno comienza a conocer a los demás con el paso del tiempo y compartiendo situaciones serias. Aprendimos a ser amigos con personas que antes no, y dejamos de ser amigos con personas que uno creía que iba a ser para toda la vida.
Varias desiluciones pero muchas alegrias.
Como crecí a lo largo de este tiempo, como aprendí a compartir lo que me pasaba con los demás. Descubrí amistades y sentimientos en personas menos esperadas. Por más que, estos últimos tiempos, fueron de más peleas, de enfrentamientos, pero me sirvió (nos sirvió).
De a poco uno tiene que empezar a ver como son las personas por dentro, y no quedarnos con lo de afuera, porque sino, uno se queda con la imágen de lo lindo que es el árbol y no, como está lastimado por dentro.

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